Botox® mejora el aspecto de la piel
Botox® bloquea la liberación de una sustancia química llamada acetilcolina, que promueve las contracciones musculares que crean arrugas. En esencia, el bótox paraliza los músculos e impide que se contraigan. Los resultados son visibles en dos a cuatro días y pueden durar entre cuatro y seis meses.
Los tratamientos cosméticos con Botox® pueden utilizarse para mejorar lo siguiente:
- líneas de preocupación en la frente;
- arrugas del entrecejo;
- líneas de sonrisa;
- líneas por reírse desde la nariz hasta la boca;
- patas de gallo.
En general, cualquier persona que goce de buena salud y tenga líneas de expresión y arrugas superficiales puede ser un buen candidato para tratamientos con Botox®.
La mayoría de los pacientes requieren que se repita el tratamiento para eliminar arrugas y líneas cuando vuelven a aparecer, pero después de cada inyección, las arrugas regresan con menos intensidad, ya que los músculos están entrenados para relajarse. El procedimiento no requiere anestesia, y por lo común su aplicación lleva solo unos minutos. Los tratamientos con Botox® pueden ayudar a varones y mujeres a rejuvenecer y revitalizar su apariencia.